un resumen del impresionismo con sus principales representantes
tomado de http://www.slideshare.net/guesta17a14/impresionismo-1190563
martes, 1 de octubre de 2013
Características de la Literatura Impresionista
Características de la Literatura Impresionista
Trataba de suprimir el elemento intelectualista y reflexivo en literatura, haciendo que el escritor se identificara con las cualidades del objeto observado. Una novela impresionista presenta a sus personajes en una serie de detalles, palabras, reacciones, gustos y preferencias que terminan por caracterizarlos para el lector.
Literariamente, se le han buscado antecedentes y relaciones con otro movimiento coetáneo -segunda mitad del s. xix-, el simbolismo (v.), y se caracteriza por la tendencia a reducir todo valor poético a la pura sensación, adaptando al lenguaje el principio de la disolución de la unidad plástica y concediendo la mayor importancia a la descripción, a los toques o efectos sensibles, en contraposición a la forma externa de las realidades. También significa, desde el punto de vista literario, una doble reacción, tanto frente a la frialdad academicista como frente al sentimentalismo romántico. Su temática ha preferido, sobre todo, la evocación emotiva de la vida contemporánea y la sencillez y la forma directa para describir una escena o un paisaje.
«En sus improvisaciones -observa Cirlot- el impresionismo tendía, acaso sin consciencia de ello, a una sinestesia total, en lo que coincidía con las aspiraciones simbolistas, solamente que en el primero el proceso se cumplía por una embriaguez ante la naturaleza, de carácter predominantemente sensorial, mientras que el simbolismo aspiraba a un tipo de creación más rigurosamente ordenado y preconcebido... Por medio del impresionismo, el siglo XIX y el XX se fundían en esa playa donde el flujo se llama romanticismo y el reflujo modernismo».
Evolución. Se ha dicho que en Francia parece existir la zona intermedia que separa el mundo nórdico -abstracto y fantasmagórico- del mundo latino o mediterráneo -Italia, España-, de honda raíz clásica y realista. En esa zona intermedia parece ser también que ha tenido su terreno más abonado -y quizá, por eso, su cunael i. Y antes que en los impresionistas propiamente dichos, en otros escritores incluso anteriores a esta tendencia, pero de la cual participan en algún aspecto: así, Théophile Gautier (v.), primero romántico, luego -acaso por su preparación pictórica- vocablo hacia un plasticismo precursor del impresionismo, en Émaux et camées (Esmaltes y camafeos), 1852; así, el predominio de la sensación, en Petits poémes en prose (Pequeños poemas en prosa), de Charles Baudelaire (v.); así también, la técnica narrativa de la disociación típicamente impresionista- de Renata Mauperin y Germinia Lacerteux, las dos famosas novelas de los hermanos Goncourt (v.).
«En sus improvisaciones -observa Cirlot- el impresionismo tendía, acaso sin consciencia de ello, a una sinestesia total, en lo que coincidía con las aspiraciones simbolistas, solamente que en el primero el proceso se cumplía por una embriaguez ante la naturaleza, de carácter predominantemente sensorial, mientras que el simbolismo aspiraba a un tipo de creación más rigurosamente ordenado y preconcebido... Por medio del impresionismo, el siglo XIX y el XX se fundían en esa playa donde el flujo se llama romanticismo y el reflujo modernismo».
Evolución. Se ha dicho que en Francia parece existir la zona intermedia que separa el mundo nórdico -abstracto y fantasmagórico- del mundo latino o mediterráneo -Italia, España-, de honda raíz clásica y realista. En esa zona intermedia parece ser también que ha tenido su terreno más abonado -y quizá, por eso, su cunael i. Y antes que en los impresionistas propiamente dichos, en otros escritores incluso anteriores a esta tendencia, pero de la cual participan en algún aspecto: así, Théophile Gautier (v.), primero romántico, luego -acaso por su preparación pictórica- vocablo hacia un plasticismo precursor del impresionismo, en Émaux et camées (Esmaltes y camafeos), 1852; así, el predominio de la sensación, en Petits poémes en prose (Pequeños poemas en prosa), de Charles Baudelaire (v.); así también, la técnica narrativa de la disociación típicamente impresionista- de Renata Mauperin y Germinia Lacerteux, las dos famosas novelas de los hermanos Goncourt (v.).
Literatura Expresionista
IMPRESIONISMO LITERARIO
El impresionismo literario fue iniciado en Francia por los hermanos Goncourt, quienes publicaron numerosas novelas de este tipo, y fundaron su famosa Revista en 1856. Octave Mirbeau es el mejor ejemplo de la novela impresionista del fin de siglo. La obra de Marcel Proust, por su constante tendencia a la evocación y la captación del mundo de los sentidos puede considerarse dentro de esta tendencia. Igualmente el teatro de Chejov, en el que la historia y las motivaciones de los personajes se van revelando fragmentariamente y la trama se divide en varias subtramas, ha sido considerado por algunos críticos dentro de este estilo.
El Impresionismo Literario, es una forma de expresión escrita que trata de desenmarañar la descripción del elemento escogido. Es decir, tiene un gran parecido con un diccionario, ya que busca la definición del elemento descrito, aunque en un sentido que depende totalmente del punto de vista del escritor observador y de la "impresión" que le produce al mismo el estado de las cosas vistas, escuchadas, olidas o tocadas al momento de ponerse a escribir.
Por supuesto que el diccionario da una idea mucho más exacta de las cosas, ya que es un texto hecho justamente buscando la exactitud de las definiciones. Éste no es el caso del Impresionismo Literario, que busca más la esencia de las cosas que el valor aparente de las mismas, tal como es un cuadro pintado en comparación con una cámara de fotos de última generación. La cámara registra exactamente lo que se ve a través de la lente; el cuadro, por el contrario, registra más lo que se siente que lo que se ve.
Al referirse a literatura impresionista los sentidos entran en contacto con la imaginación, ya que al hacer este tipo de literatura, es vital captar situación cargadas de fuerza emocional, y la impresión va a ser el canal de acceso a esto, impresiones como las oculares, las auditivas, las olfativas, las sensitivas, las emocionales, entre otras emociones.
Ejemplo de la literatura impresionista:
Puerto Madryn Cuatro (Puerta e interior de un cabaret, Invierno de 1986, 2.00 AM)
“La terminal se esconde tras el viento espeso y terroso, que comenzó a arrancar ramas, que ahora agonizan en la avenida y que esperan que las ráfagas más fuertes las acuesten finalmente en el mar cercano. La noche es de perros, sin embargo no se ve ninguno, salvo uno que está hurgando en una montaña de residuos desparramados en la esquina y que mira con miedo a esta noche devoradora de perros.
Afuera los árboles están en silencio; es para escuchar las repetidas conversaciones del cabaret, cuyas letras escritas en violeta en la pared blanca del frente hacen juego con las pinturas de labios.
Adentro, corre la sangre entre las venas y el alcohol en las gargantas, la música suena sin fin y tristes risotadas quiebran la cadencia de las ráfagas, que silban en el techo de chapa. Un par de medias corridas, reventando alrededor de piernas carnosas y exageradas, incitan a bailar a un parroquiano, que trastabilla por la necesaria falta de luz en el local, donde las mujeres transforman el aire frío de afuera en perfume tibio y sudor.
El perro, la bailarina, los árboles, las reidoras y los bebedores, están solos.”
tomado de :http://impresionistas-impresionistas.blogspot.com/2008/08/literatura-impresionista.html
Alguno ejemplos de la pintura impresionista moderna
Pintor Vladimir Volegov (Rusia)
Pinturas de Mujeres en Arte Expresionista / Mujeres Pintadas al Óleo Sobre Lienzo
Impresionismo en Lindas Pinturas de Mujeres, Arte Femenino
LA FIGURA HUMANA FEMENINA PINTADA EN EXPRESIONISMO MÁXIMO
Expresionismo Figurativo, Retratos de Hermosas Mujeres
Imágenes de Retratos Impresionistas
Pinturas Expresionismo al Óleo
Pintura al óleo original del océano (mar) costa y acantilados en canvas.Modern Impresionismo
Características de la pintura impresionista
Características de la pintura impresionista
fuente: http://www.fcalzado.net/
Rasgos generales del Impresionismo
Los impresionistas se centran en el intento de reproducir fielmente las apariencias.
Con el fin de estudiar los distintos matices de la atmósfera que envolvía los motivos, era típico de los impresionistas el realizar distintas versiones de un mismo motivo en distintos momentos del dia, y bajo distintas condiciones de iluminación y atmosféricas. Son célebres las series de Monet sobre la catedral de Ruán, pero también pintó varias versiones de almiares, o del edificio del parlamento británico, cuando estuvo en Londres. Pissarro, por su parte, pintó en varias ocasiones la vista que le ofrecía su ventana del bulevar de Montmartre.
Otra característica (por influencia de la fotografía y del grabado japonés) es que el Impresionismo busca captar en las obras la temporalidad, la apariencia fugaz del fenómeno que quieren representar. Ya se trate de un paseante, de un campo de amapolas o de la atmósfera cambiante frente a la fachada de una catedral, lo fundamental es lo que el artista percibe y cómo se siente frente a lo que percibe.En palabras de Pissarro, se trata de «no proceder según reglas o principios, sino pintar lo que se observa y lo que se siente». En consecuencia, el Impresionismo deja de lado el enfoque tradicional que exigía al artista contar una historia o transmitir un mensaje de tipo moral.
Una exigencia adicional de este afán por captar instantáneamente momentos fugaces de motivos cotidianos era la de pintar «au plain air»», al aire libre.
Manet, Monet pintando en su estudio flotante, 1874
Los pintores impresionistas no dudaban en aprovechar los avances tecnológicos del momento que facilitaban el transporte por ferrocarril con localidades de la campiña francesa cercanas a París, y ubicaban sus caballetes al aire libre para ejecutar allí sus obras. A esto ayudó también la invención en la década de 1840 de los tubos metálicos de pintura. Como dejaría escrito Pissarro: «Cuando se pinta, hay que escoger un tema, ver lo que tiene a la derecha y a la izquierda, trabajar en todo simultáneamente. No componer trozo por trozo; hacerlo todo a la vez».
También se aprecia otro rasgo muy típico de los impresionistas: el estudio de la luz en sus reflejos sobre el agua.
Recursos pictóricos empleados por el Impresionismo
Para conseguir los objetivos expuestos, los impresionistas emplearon una serie de recursos pictóricos:
Quizá el rasgo técnico más destacado y característico del Impresionismo sea la pincelada breve y gruesa, ejecutada de forma rápida sobre el lienzo. De esta forma, el artista podía captar y resaltar la esencia y la apariencia del motivo más que sus detalles. Además empleaban lo que se denomina pincelada descriptiva: el uso de una pincelada cuidadosamente aplicada para ser máximamente eficaz en la descripción. Combinaban el uso de pinceladas largas y empastadas con pinceladas cortas y menos empastadas, más adecuadas para crear la sensación de profundidad.
Monet persigue el objetivo de captar atmósferas bajo distintas condiciones de iluminación en una serie de obras de 1877 que tienen como protagonista el entorno de la estación de ferrocarril de Saint-Lazare, en París. Allí tiene ocasión de plasmar en sus obras la mezcla del vapor de las locomotoras con el humo que desprenden, según la estética y la técnica impresionistas.
La atmósfera parece cobrar materialidad con el espeso vapor y el humo acumulados, que apenas dejan entrever a los personajes, y a los elementos arquitectónicos que configuran el espacio de la estación y los edificios aledaños.
Rasgos generales del Impresionismo
Los impresionistas se centran en el intento de reproducir fielmente las apariencias.
Con el fin de estudiar los distintos matices de la atmósfera que envolvía los motivos, era típico de los impresionistas el realizar distintas versiones de un mismo motivo en distintos momentos del dia, y bajo distintas condiciones de iluminación y atmosféricas. Son célebres las series de Monet sobre la catedral de Ruán, pero también pintó varias versiones de almiares, o del edificio del parlamento británico, cuando estuvo en Londres. Pissarro, por su parte, pintó en varias ocasiones la vista que le ofrecía su ventana del bulevar de Montmartre.
Otra característica (por influencia de la fotografía y del grabado japonés) es que el Impresionismo busca captar en las obras la temporalidad, la apariencia fugaz del fenómeno que quieren representar. Ya se trate de un paseante, de un campo de amapolas o de la atmósfera cambiante frente a la fachada de una catedral, lo fundamental es lo que el artista percibe y cómo se siente frente a lo que percibe.En palabras de Pissarro, se trata de «no proceder según reglas o principios, sino pintar lo que se observa y lo que se siente». En consecuencia, el Impresionismo deja de lado el enfoque tradicional que exigía al artista contar una historia o transmitir un mensaje de tipo moral.
Una exigencia adicional de este afán por captar instantáneamente momentos fugaces de motivos cotidianos era la de pintar «au plain air»», al aire libre.
Manet, Monet pintando en su estudio flotante, 1874
Los pintores impresionistas no dudaban en aprovechar los avances tecnológicos del momento que facilitaban el transporte por ferrocarril con localidades de la campiña francesa cercanas a París, y ubicaban sus caballetes al aire libre para ejecutar allí sus obras. A esto ayudó también la invención en la década de 1840 de los tubos metálicos de pintura. Como dejaría escrito Pissarro: «Cuando se pinta, hay que escoger un tema, ver lo que tiene a la derecha y a la izquierda, trabajar en todo simultáneamente. No componer trozo por trozo; hacerlo todo a la vez».
También se aprecia otro rasgo muy típico de los impresionistas: el estudio de la luz en sus reflejos sobre el agua.
Recursos pictóricos empleados por el Impresionismo
Para conseguir los objetivos expuestos, los impresionistas emplearon una serie de recursos pictóricos:
Quizá el rasgo técnico más destacado y característico del Impresionismo sea la pincelada breve y gruesa, ejecutada de forma rápida sobre el lienzo. De esta forma, el artista podía captar y resaltar la esencia y la apariencia del motivo más que sus detalles. Además empleaban lo que se denomina pincelada descriptiva: el uso de una pincelada cuidadosamente aplicada para ser máximamente eficaz en la descripción. Combinaban el uso de pinceladas largas y empastadas con pinceladas cortas y menos empastadas, más adecuadas para crear la sensación de profundidad.
En relación con el tratamiento del color, los impresionistas evitaban la mezcla de colores en la paleta, aplicando colores primarios o secundarios directamente sobre el lienzo, yuxtaponiendo pinceladas. De esta manera se conseguía una mayor luminosidad y brillantez en la obra, ya que la mezcla de colores es de tipo óptico, por tener lugar en la retina del espectador. De este modo, renuncian a la modulación tonal tradicional.
Los pintores impresionistas, por lo general, evitaban oscurecer los colores mezclándolos con el negro. Cuando necesitaban pintar sombras, recurrían a la mezcla o yuxtaposición de colores complementarios. Evitaban las sombras negras; incluso en ellas había color. También empleaban el recurso de evitar al máximo la presencia de sombras pintando, por ejemplo, en las horas centrales del día (sombras más cortas) o con luz frontal sobre los personajes (para que las sombras queden detrás de ellos).
Para conseguir obras más luminosas, los impresionistas evitaban las imprimaciones con tonos oscuros (como tradicionalmente se hacía) y las sustituían por preparaciones del lienzo con colores claros. Así los colores eran más luminosos.
En sus obras con frecuencia utilizaban encuadres inusuales y composiciones asimétricas, desplazando el punto de interés hacia los bordes de la obra. En ocasiones, por lo tanto, se sustituye el punto de vista frontal por puntos de vista más altos o más bajos.
Temas elegidos por los impresionistas
La pintura impresionista propone nuevos cauces de expresión artística que exigían la ampliación de los temas representados en las obras. Para los impresionistas el motivo era secundario en relación con el protagonismo fundamental que cobraba la plasmación de la luz sobre el lienzo. Por esta razón, ya no se habla tanto de tema como de motivo.
Los pintores impresionistas, por lo general, evitaban oscurecer los colores mezclándolos con el negro. Cuando necesitaban pintar sombras, recurrían a la mezcla o yuxtaposición de colores complementarios. Evitaban las sombras negras; incluso en ellas había color. También empleaban el recurso de evitar al máximo la presencia de sombras pintando, por ejemplo, en las horas centrales del día (sombras más cortas) o con luz frontal sobre los personajes (para que las sombras queden detrás de ellos).
Para conseguir obras más luminosas, los impresionistas evitaban las imprimaciones con tonos oscuros (como tradicionalmente se hacía) y las sustituían por preparaciones del lienzo con colores claros. Así los colores eran más luminosos.
En sus obras con frecuencia utilizaban encuadres inusuales y composiciones asimétricas, desplazando el punto de interés hacia los bordes de la obra. En ocasiones, por lo tanto, se sustituye el punto de vista frontal por puntos de vista más altos o más bajos.
Temas elegidos por los impresionistas
La pintura impresionista propone nuevos cauces de expresión artística que exigían la ampliación de los temas representados en las obras. Para los impresionistas el motivo era secundario en relación con el protagonismo fundamental que cobraba la plasmación de la luz sobre el lienzo. Por esta razón, ya no se habla tanto de tema como de motivo.
Sisley, Inundación en Port Marley, 1876
Con los impresionistas el paisajedeja de ser un género menor. En el paisaje es donde los pintores impresionistas tienen más posibilidad de investigar nuevos efectos ópticos para captar sobre el lienzo la luz que impregna y dota de carácter a la atmósfera de cada momento.
Dentro de un paisaje había multitud de elementos que observar cuya variación en función del momento del día se prestaba a su plasmación en una pintura.
Los impresionistas investigaron las variaciones en la luminosidad del cielo, de las nubes, en condiciones de sol radiante, de lluvia, de viento, de niebla...
Plasmaron en sus obras el agua, en marinas, ríos, inundaciones, estanques repletos de nenúfares... Analizaron, tratando de reproducirlo, el reflejo de la luz sobre el agua.
Pintaron jardines, árboles, flores, praderas, campos de amapolas.
Estudiaron el efecto de la luz sobre distintas superficies, como la nieve, o el suelo mojado en un día de lluvia.
Paseantes ociosos y despreocupados, paseando o merendando en el campo en un día de descanso. El desarrollo económico posibilitó la existencia de la burguesía y de una creciente clase media que podía permitirse semejantes lujos que no estaban al alcance de la gran mayoría de la población.
Como observadores atentos de su época, los impresionistas retrataban escenas cotidianas propias de la vida moderna:
Estaciones de ferrocarril repletas de humo y vapor de las locomotoras.
Bulevares, calles con el bullicio y la animación propios de la gran ciudad que era París.
Escenas de interior de cafés y locales de variedades, en el circo, bailarinas de ballet, con gente descansando, aburriéndose o divirtiéndose.
Hay que observar que los impresionistas plasmaban la realidad que observaban con una intención muy distinta a la que movía a los pintores realistas con una preocupación social, como Courbet o Daumier. Los impresionistas no tenían ánimo de denunciar situaciones de injusticia social ni buscaban cambiar la sociedad con sus obras.
Dentro de un paisaje había multitud de elementos que observar cuya variación en función del momento del día se prestaba a su plasmación en una pintura.
Los impresionistas investigaron las variaciones en la luminosidad del cielo, de las nubes, en condiciones de sol radiante, de lluvia, de viento, de niebla...
Plasmaron en sus obras el agua, en marinas, ríos, inundaciones, estanques repletos de nenúfares... Analizaron, tratando de reproducirlo, el reflejo de la luz sobre el agua.
Pintaron jardines, árboles, flores, praderas, campos de amapolas.
Estudiaron el efecto de la luz sobre distintas superficies, como la nieve, o el suelo mojado en un día de lluvia.
Paseantes ociosos y despreocupados, paseando o merendando en el campo en un día de descanso. El desarrollo económico posibilitó la existencia de la burguesía y de una creciente clase media que podía permitirse semejantes lujos que no estaban al alcance de la gran mayoría de la población.
Como observadores atentos de su época, los impresionistas retrataban escenas cotidianas propias de la vida moderna:
Estaciones de ferrocarril repletas de humo y vapor de las locomotoras.
Bulevares, calles con el bullicio y la animación propios de la gran ciudad que era París.
Escenas de interior de cafés y locales de variedades, en el circo, bailarinas de ballet, con gente descansando, aburriéndose o divirtiéndose.
Hay que observar que los impresionistas plasmaban la realidad que observaban con una intención muy distinta a la que movía a los pintores realistas con una preocupación social, como Courbet o Daumier. Los impresionistas no tenían ánimo de denunciar situaciones de injusticia social ni buscaban cambiar la sociedad con sus obras.
Monet, La estación de Saint Lazare, 1976-77
Monet persigue el objetivo de captar atmósferas bajo distintas condiciones de iluminación en una serie de obras de 1877 que tienen como protagonista el entorno de la estación de ferrocarril de Saint-Lazare, en París. Allí tiene ocasión de plasmar en sus obras la mezcla del vapor de las locomotoras con el humo que desprenden, según la estética y la técnica impresionistas.
La atmósfera parece cobrar materialidad con el espeso vapor y el humo acumulados, que apenas dejan entrever a los personajes, y a los elementos arquitectónicos que configuran el espacio de la estación y los edificios aledaños.
EL IMPRESIONISMO
El Impresionismo es un movimiento pictórico francés de finales del siglo XIX que apareció como reacción contra el arte académico. El movimiento impresionista se considera el punto de partida del arte contemporáneo. Por extensión, el término también se aplicó a un determinado estilo musical de principios del siglo XX.
El impresionismo en pintura partió del desacuerdo con los temas clásicos y con las encorsetadas fórmulas artísticas preconizadas por la Academia Francesa de Bellas Artes. La Academia fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales del Salón parisino. Los impresionistas, en cambio, escogieron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana.
Su primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos.
“La merienda campestre” (Manet).
|
Las figuras principales del movimiento fueron: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pisarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley.
Los impresionistas se preocuparon más por captar la incidencia de la luz sobre el objeto que por la exacta representación de sus formas, debido a que la luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra.
Los pintores académicos definían las formas mediante una gradación tonal, utilizando el negro y el marrón para las sombras. Los impresionistas eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, empleando para ello los colores primarios —ciano, magenta y amarillo— y los complementarios —naranja, verde y violeta—.
Consiguieron ofrecer una ilusión de realidad aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y yuxtapuestas, que mezcladas por la retina del observador desde una distancia óptima aumentaban la luminosidad mediante el contraste de un color primario (como el magenta) con su complementario (verde). De este modo, los impresionistas lograron una mayor brillantez en sus pinturas que la que se produce normalmente al mezclar los pigmentos antes de aplicarlos.
Historia
Aunque los hallazgos del impresionismo francés resultaron decisivos para la pintura del siglo XX, los intentos por plasmar los efectos de la luz natural no eran nuevos. En el siglo XVII Jan Vermeer había utilizado fuertes contrastes de luces y sombras para bañar sus lienzos de luz natural. Diego Velázquez en el mismo siglo y Francisco de Goya a finales del siglo XVIII captaron la impresión lumínica mediante la eliminación de sombras secundarias y la introducción de zonas de luz en detrimento de la nitidez de los contornos. Su pincelada también preludió la de los impresionistas franceses.
Los precursores inmediatos del impresionismo fueron los ingleses John Constable y J.M.W. Turner. Cuando Monet y Pissarro vieron por primera vez sus obras en 1871 se sintieron conmovidos por la atmósfera y los efectos difusos de luz característicos de la pintura de Turner. Los pintores de la Escuela de Barbizon fueron también antecedentes del movimiento impresionista francés.
“Estanque con nenúfares” (Monet).
|
Treinta años antes de la primera exposición impresionista, Camille Corot, miembro circunstancial de la escuela de Barbizon calificado en ocasiones como padre del impresionismo, interpretaba los fugaces cambios lumínicos en una serie de temas pintados a diferentes horas del día.
Eugène Louis Boudin, un pintor preimpresionista, que fue maestro de Monet, enseñó a sus discípulos a expresar un sentimiento de espontaneidad en sus obras, mientras que el realista Gustave Courbet alentó a los impresionistas a buscar su inspiración en la vida cotidiana.
Édouard Manet considerado el primer impresionista —aunque rechazaba este calificativo— mostró cómo se podían obtener sutiles representaciones de luz por la yuxtaposición de colores fuertes y contrastados. Su cuadro La merienda campestre(1863), expuesto en el Salón de los Rechazados (Salon des Refusés) organizado en oposición a las exposiciones oficiales en el Salón de la Academia, señaló el comienzo de una nueva era en el arte.
Los pintores impresionistas organizaron su primera exposición independiente en 1874. Los treinta participantes compartían su rechazo al academicismo imperante y su admiración por las atrevidas composiciones de Manet.
El término impresionista fue usado por primera vez por el crítico Leroy en la revista Charivari para denominar irónicamente un cuadro de Claude Monet titulado Impresión, amanecer (1872). El término fue adoptado oficialmente durante la tercera exposición impresionista en 1877.
Los impresionistas evolucionaron hacia distintos estilos individuales y compartieron como grupo sus experimentos sobre el color. Sólo Monet fue ortodoxo en la aplicación de la teoría impresionista.
El impresionismo ejerció una fuerte influencia durante décadas. Artistas que partieron del impresionismo idearon otras técnicas e iniciaron nuevos movimientos artísticos.
Los pintores franceses Georges Seurat y Paul Signac ejecutaron lienzos a base de pequeños puntos de color, aplicando una derivación científica de la teoría impresionista conocida como puntillismo o divisionismo. Los postimpresionistas Paul Cézanne, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Gauguin y Vincent van Gogh estuvieron muy influidos por la vivacidad del colorido impresionista. La obra de Cézanne anticipó el cubismo, mientras que la de Gauguin y Van Gogh representaron el comienzo del expresionismo.
Es propiedad: www.profesorenlinea.cl
Suscribirse a:
Entradas (Atom)